Integración de las TIC en el aula: ¿la casa por el tejado?

Distintas fases de la construcción de una casa - Decor Tips

Es cierto, nos encontramos en un nuevo contexto. La sociedad de la información y el conocimiento en la que todo cambia de forma rápida impone nuevas formas de trabajar y de vivir. Y, por qué no, también debería generar nuevas formas de aprender y de enseñar.

Mi posición ante las nuevas tecnologías siempre ha sido bastante reticente pero poco a poco va cambiando y hoy pienso que pueden ser herramientas útiles para generar procesos de aprendizaje significativos, activos, creativos y colaborativos, adaptados a las nuevas necesidades que nos plantean estos tiempos.

Pero son eso: HERRAMIENTAS. No son el fin, la meta, el objetivo, no. Sino una  ayuda que nos orienta hacia nuestro objetivo. Pero, ¿sabemos cuál es nuestro objetivo? ¿Qué pretendemos? ¿Hacia dónde caminamos?  ¿Qué tipo de ciudadanos queremos potenciar? ¿Qué habilidades, conocimientos y actitudes queremos desarrollar?

En ocasiones se escoge antes la herramienta TIC y a partir de ella se plantean actividades. Eso es como empezar la casa por el tejado.

Hay varios modelos de integración de la TIC en el aula. Creo que tenemos que huir de modelos tecnocéntricos, centrados en la tecnología como punto de partida, para acercarnos a modelos centrados en la pedagogía, que construyen a partir de las necesidades pedagógicas de cada etapa, a partir de la forma de aprender del alumnado y de sus necesidades.

En este sentido, me parece muy útil la propuesta de Judi Harris y Mark Hofer, que desarrollaron una estrategia integradora del modelo TPACK. Esta se basa en un proceso de toma de decisiones estructurado en cinco pasos:

  1. Selección de objetivos de aprendizaje (en función de la materia).
  2. Determinar experiencias de aprendizaje (metodología, estrategias).
  3. Selección y secuenciación de actividades.
  4. Selección de estrategias de evaluación (formativa y sumativa).
  5. Selección de tecnologías adecuadas  (en función de las actividades).

En el fondo, se trata de trabajar con una perspectiva educativa que siempre parte de los objetivos, de la meta.Y a partir de esa base integrar todas las metodologías, recursos y herramientas que nos ayuden a alcanzarla. Ya sean analógicos o digitales. Se trata de que el alumnado sea capaz de utilizarlos para generar aprendizaje de forma creativa y crítica. En el fondo se trata de no construir la casa por el tejado, sino de tener la base bien fuerte y resistente para que la casa pueda crecer todo lo alto que quiera.

Otro modelo de integración de las TIC en el aula es el Modelo SAMR, que propone diferentes niveles ascendentes y plantea los siguientes interrogantes a los docentes:

1) Sustitución: ¿Qué puedo ganar si sustituyo la tecnología antigua por la nueva?

2)  Paso de la fase de Sustitución a la de Aumento: ¿He añadido alguna nueva una funcionalidad en el proceso de enseñanza/aprendizaje que no se podía haber conseguido con la tecnología antigua? 

3)  Paso de la fase de Aumento a la fase de Modificación: ¿Cómo se ve afectada la tarea? ¿Esta modificación depende del uso de la tecnología?

4)  Paso de la fase de Modificación a la de Redefinición. ¿Cuál es la nueva tarea? ¿Va a sustituir o complementar las que realizaba anteriormente? ¿Estas transformaciones sólo se realizan si aplico las nuevas tecnologías?

Cada docente ha de plantearse preguntas en función del nivel en el que se encuentre. Es decir, siguiendo el símil de la casa, a medida que vas construyendo vas adaptando las herramientas, y quizás descubras nuevas, que te aporten beneficios que no tenías planteados.

Aunque, como punto de partida yo no hablaría directamente de “sustitución” sino de “convivencia”. Es decir que hay muchos espacios y momentos en los que se han de ofrecer una gran variedad de herramientas, y pueden convivir el lápiz y la goma de borrar con los ordenadores. Porque cada herramienta tiene unas ventajas y unas desventajas.

Y este planteamiento no solo se ha de enfocar desde el prisma analógico-digital, sino teniendo en cuenta que cuanta más oferta de posibilidades haya, será más fácil que cada alumno o alumna encuentre el camino que más le ayude a construir su aprendizaje.

Creo que los docentes necesitamos una amplia variedad de recursos y herramientas, de todo tipo, analógicas y digitales, individuales y grupales, experienciales y reflexivas, analíticas y sintéticas, que nos ayuden a adaptarnos a las diferentes formas de aprender. Y esto va más allá de la competencia digital.

Una vez  puestas las bases, los cimientos, a partir de los objetivos, tenemos que poner unos buenos andamios, que nos ayuden a construir, que son las metodologías y estrategias… Y a partir de ahí ofrecer múltiples experiencias, propuestas y recursos de aprendizaje, analógicos y digitales, para que cada uno pueda construirse su casa a su manera, de la mejor forma posible.


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