Experimentación libre con barro

Hace un tiempo realicé un taller de experimentación libre con barro en el Espai Familiar del Casal Municipal Infantil de Sant Martí. En el Espai familiar participan niños y niñas de hasta 5 años acompañados de sus familias. La idea era ofrecer una propuesta adecuada para facilitar la creatividad de los niños.

Aunque parezca mentira, los niños no disponen de muchos espacios para ser creativos, para ser ellos mismos, ya que la mayor parte del día han de hacer cosas siguiendo modelos pre-establecidos o demandas concretas de los adultos: "Dibujame un caballo", "dibújate a ti mismo", "no salgas de la ralla", "copia este dibujo" o "no hagas esto así"... Son frases que oyen muchas veces y que no dejan muchas posibilidades para desarrollar una actividad creativa auténtica, personal...

La propuesta que planteé era muy abierta. Era una propuesta de espacio y materiales que se ponían a la disposición del proceso creativo de los pequeños.

A nivel de espacio se utilizó una sala de usos múltiples, muy amplia sin mobiliario ni elementos que pudieran distraer la actividad creativa de los niños. El suelo de la sala se cubrió con un plástico "cubretodo" para que los niños pudieran trabajar en el suelo con tranquilidad a la vez que se cuidaba el espacio. Al trabajar en el suelo los niños tienen más libertad de movimiento, en su producción puede intervenir todo el cuerpo...

A nivel de material, la propuesta era un gran bloque de barro y herramientas de modelar. La consigna era dejar hacer a los niños, no imponer ideas o interpretaciones de adultos...Y los únicos limites eran el respecto al espacio, a los materiales y a las personas...

Cómo siempre lo más difícil es conseguir  que los adultos hagamos cambios, que no pidamos al niño cosas que no puede o quiere hacer, que no guiemos su proceso desde nuestra visión... El reto del adulto es acompañar sin interferir en el proceso creativo personal y peculiar que se pone en marcha. A pesar de las dificultades los adultos dejaron fluir la creatividad.

De forma que los procesos que se pusieron en marcha fueron muy diferentes, cada niño, cada niña, llevaba a cabo diferentes acciones en función de lo que sentía en el momento. Unos modelaban delicadamente, otros golpeaban y aplastaban. Unos hacían bolas de forma muy calculada, mientras otros experimentaban sin objetivo prefijado: mezclaban el barro con agua, goteaban, etc... El espacio y la propuesta abierta facilitó mucho que cada niño pudiera encontrar su propio camino creativo...

El barro es un material muy adecuado para los más pequeños pues permite un trabajo multisensorial: el volumen, el tacto, el olfato... Algo más parecido a la realidad que además de observar podemos oler y tocar.  Mediante el barro se pueden generar piezas con volumen, estas no requieren tanta capacidad de abstracción como el dibujo. Y los niños así pueden dejar volar su imaginación más fácilmente... Porque antes de dibujar, los niños saben amasar, tocar, experimentar, golpear, romper, trocear, juntar, pisar... Muchísimas acciones plásticas que, casi sin darse cuenta, implican movimiento, sentimiento y pensamiento... Implican a toda la persona, desde su globalidad.

Creo que sería conveniente que tod@s nos llenáramos un poquito más las manos de barro...





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Algunos apuntes que tomé, para planificar la actividad:

Idea:
A través de una propuesta con barro, potenciar procesos creativos que salgan desde dentro hacia afuera (guiados por el niño).

Objetivos:
- Descubrir el material.
- Favorecer la creatividad.
(Entendiendo que la creatividad es una respuesta personal y peculiar a las situaciones o problemas) .

Condiciones:
Los niños necesitan:
- Libertad y autonomía para explorar el material.
- Seguridad y confianza, mediante la presencia de adultos significativos que respeten su proceso creativo.
Además es importante:
- Dar más importancia al proceso (experimentación), por encima del resultado.
- No tener expectativas externas, desde el adulto. No dar modelos.
- Ofrecer un espacio preparado (sala diáfana).

Normas:
- Respeto, hacia los demás y hacia el espacio y los materiales.
(Por ejemplo, se trabajará encima del plástico cubretodo)
- Respetar las producciones de los demás: no juzgar, no interpretar, no valorar.
(Por ejemplo, si algún niño quiere participar en la producción, preguntarlo antes).








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